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Desde Clínica Dental Dr. Montané queremos incidir en que mantener una buena salud tanto interior como exterior es fundamental para ganar en calidad de vida. Llevar un buen control de nuestro organismo y cuidarnos como nos merecemos, debería ser parte de nuestra rutina diaria. Así que, con todo esto, hoy nos vamos a centrar en hablar de los problemas cardiovasculares asociados a enfermedades orales como ya hablamos de la endocarditis.
Cuidar de nuestra salud periodontal
No nos equivocamos al asegurar que cuidar de la salud periodontal puede ser una de las principales ventajas para tener una buena salud cardiovascular. Especialistas de todo el mundo lo afirman con rotundidad, un estudio de la Asociación Americana de Cardiología dispone que mantener un buen cuidado de las encías puede ser una estupenda prevención contra una cardiopatía isquémica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) viene incidiendo, desde hace unos años, en la prevención y cuidado de la salud bucodental de las personas, insistiendo en los estados miembros de tratar este tema dentro de las políticas sanitarias preventivas.
Estudios demuestran que algunas enfermedades o intervenciones de tipo odontológico pueden ser el origen de presentarse afecciones cardíacas. Recordar e insistir que si se padece de algún tipo de enfermedad del corazón y se está medicando, decírselo sin demora al dentista para que pueda tomar las medidas necesarias y evitar futuras complicaciones en el tratamiento endodóntico.
Enfermedades periodontales
En la última década se ha hecho evidente la relación existente entre las enfermedades cardiacas y las periodontales. Es decir, los agentes bacterianos originados en la boca tienen mucho que ver con los problemas cardiovasculares y las arterias. Las enfermedades periodontales pueden ligar un grupo de patologías de vía infecciosa que puede afectar a los tejidos que componen los dientes, ya sea mediante la encía, ligamentos periodontales..etc.
Dentro de los problemas en las encías, la gingivitis es uno de los más graves. Consiste en una inflamación de la encía originado por una acumulación de placa bacteriana (sarro) que se hace presente cuando comienza a sangrar. El tratamiento más incisivo será una limpieza practicada por un profesional para eliminar en su práctica totalidad esa placa bacteriana. Si no se tratase, puede desembocar en una periodontitis, es decir, una destrucción del hueso y la encía.
La periodontitis precisa de un tratamiento específico ya que se trata de una enfermedad crónica y que precisa de revisiones de carácter periódico para controlar la enfermedad en un estado relativamente normal, evitando con ello la reaparición de la placa bacteriana invasora. Estudios prevalecen que si dicha placa bacteriana sigue invadiendo la encía puede elevar de un 1 a un 3.5% el riesgo de contraer una enfermedad de tipo cardiovascular.
El papel de las infecciones crónicas en la salud
Dentro del campo de la periodoncia o tratamiento de las enfermedades periodontales, el papel de las infecciones crónicas que ocupan dentro de las enfermedades cardiovasculares, no se quedaría en un mero secundario. Infecciones de aire local podría provocar procesos inflamatorios crónicos que podrían derivarse en los principios de la ateroesclerosis y, por lo tanto, desembocar en unos factores de riesgo clave de enfermedades cardiovasculares.
Ensayos y estudios actuales demuestran la prevalencia de enfermedades periodontales entre el 30 y el 50% de la población adulta. Sin lugar a dudas, se puede decir que pacientes que sufren de una enfermedad periodontal presentan un mayor riesgo de padecer un episodio de tipo coronario. Las evidencias aparecidas en dichos estudios, confirman que las bacterias adheridas a las encías pueden provocar un desarrollo de lesiones aterosclerótica, derivando después en problemas cardiovasculares.
Sintomatología de enfermedades periodontales
Padecer de una enfermedad de las encías o periodontal es fácil de saber gracias a una serie de pistas que se presentan y dan señales de que algo no funciona del todo bien en nuestra boca.
- Encías rojas, inflamadas y que duelen al tocarlas.
- Aparición de pus o de otras señales de infección en dientes y encías.
- Sangrado de las encías ya sea al cepillarse los dientes o comiendo o bebiendo algo.
- Mal aliento o aparición de una halitosis constante. Mal sabor de boca y una saliva un poco más fluida.
- Sensación como de que los dientes se están separando unos de otros o que están como “más flojos”.
La prevención en todos estos casos es el mejor de los consejos que se pueden proporcionar. Visitas regulares al dentista y una buena higiene bucodental son la mejor manera de protegerse ante estos agentes tan infecciosos y peligrosos para nuestra salud. Cepillarse los dientes al menos un par de veces al día, uso de la seda dental a diario y dejar de lado alimentos perjudiciales para los dientes, tales como el azúcar, el alcohol y el tabaco.
Siguiendo estas sencillas premisas su salud bucodental se lo agradecerá y de rebote, su salud en general.

- Estudios de Medicina y Odontología (Universidad de Barcelona).
- Formación clínica (cirugía maxilofacial en Barcelona y Nueva York).
- Postgrados y masters en implantología oral, fisiopatología craneocervical y articulación temporomandibular.
- Profesor colaborador del Master en Ortodoncia de la Universidad de Barcelona (UB).