Desde hace algún tiempo, las clínicas de siempre han ido perdiendo pacientes como consecuencia del aumento de franquicias dentales. Y es que muchas personas buscan un servicio muy económico sin pararse a pensar que muchas veces lo barato sale caro.
Corren tiempos difíciles y eso hace que muchos pacientes decidan arriesgarse sin manejar la suficiente información y dejando a un lado la ética y empatía de los verdaderos profesionales. ¿Por qué debemos elegir una pequeña clínica dental antes que una franquicia?
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Confianza y trato personal
Uno de los principales inconvenientes que surgen al acudir a una franquicia se basa en el cambio habitual de personal. En estos centros, la rotación de profesionales es muy alta, siendo imposible ofrecer un servicio personalizado que se distinga por su eficiencia y calidad.
Normalmente, los pacientes esperan recibir un trato cercano y de confianza, de ahí que prefieran ser atendidos siempre por las mismas personas. Además, de ese modo resulta más fácil conocer cada caso con detalle, algo que no sucede en este tipo de centros masivos.
En este sentido, el paciente con problemas ha perdido mucho a la hora de acudir a estos centros. Además, muchos de ellos deben regresar a las consultas de los dentistas de siempre tras haber sufrido tratamientos incompletos o mal practicados.
La salud oral es algo que debemos priorizar y para obtener buenos resultados se hace necesario contar con dentistas experimentados que transmitan seguridad. Las pequeñas clínicas ofrecen diagnósticos precisos y magníficos tratamientos. Ahora bien, también posibilitan una buena comunicación con el paciente para que este conozca las expectativas y todas las posibilidades existentes.
Más Garantías y Calidad
Otra de las razones por las que es mejor apostar por una clínica de siempre a una franquicia se basa en la calidad de los materiales empleados. Los dentistas privados suelen utilizar materiales más fiables que las mutuas o franquicias.
Al ser grandes profesionales de la salud, su deseo es hacer un buen trabajo, dando resultados inmejorables a largo plazo. Además, su actitud conlleva una responsabilidad por la que deben regirse en todo momento.
En otros centros menos profesionales, los dentistas que son contratados no tienen poder de decisión a la hora de comprar el material que usan. En algunos casos, ni siquiera deciden cómo y de qué manera utilizarlos porque existen otras prioridades a tener en cuenta, no solo la salud del paciente.
Una consecuencia de lo anterior tiene relación con las garantías en los tratamientos. En las consultas privadas, el dentista se convierte en el principal responsable de los tratamientos que han fallado o que al menos no han funcionado como deberían. De todas formas, esto es algo que apenas sucede cuando se trabaja con buen material y de forma responsable.
Cuando los tratamientos salen mal en las franquicias dentales como consecuencia de sus condiciones precarias, los centros no se hacen responsables del mal resultado. De hecho, suelen esperar a que el paciente se vaya a otra clínica o a ser denunciados.
Algo más que un simple dentista
La odontología se encuentra masificada tras el aumento de la apertura de este tipo de centros. En el pasado, los dentistas que terminaban su carrera eran contratados por clínicas en las que debían añadir experiencia a su currículum antes de tratar problemas más complejos.
Actualmente, la situación ha cambiado mucho y a los recién licenciados que son contratados por franquicias se les exige mucho a nivel rendimiento. La vocación se convierte así en una cuestión puramente económica, cuyo salario dependerá de la cantidad de tratamientos desempeñados a lo largo del mes.
De ese modo, el componente vocacional se pierde, pues los nuevos dentistas intentan obtener el mayor beneficio posible, siendo esa su principal meta. Esto se debe a que la mayor parte de las franquicias no son gestionadas por médicos, sino por empresas que únicamente se rigen por lo económico.
Los dentistas privados, por su parte, tienen otro punto de vista diferente. Su vocación médica les lleva a trabajar de forma personalizada, dando lugar a un trato exquisito con el paciente.
Tratamientos a medida
Las clínicas dentales suelen contar con tratamientos comunes dirigidos a la mayoría de sus clientes. Se trata de patologías que aparecen frecuentemente, como es el caso de las caries o la necesidad de realizar limpiezas dentales para eliminar el sarro. Sin embargo, otros casos más complicados requieren diagnósticos más exhaustivos y tratamientos a medida.
Si buscas odontólogo en Terrassa, la Clínica Dental Montané cuenta con lo último en tecnología, los tratamientos más avanzados y un equipo médico especializado. Nuestra prioridad es el paciente, de ahí que hayamos hecho una fusión entre la ciencia actual, el trato personal y el precio.
Disponemos de una gran variedad de tratamientos para adaptarnos a las necesidades de cada caso, dando lugar a exámenes completos y personalizados. Nuestras instalaciones modernas ofrecen lo más avanzado en equipos odontológicos para proporcionar un magnífico servicio en materia de implantes, análisis, radiografías, etcétera.
No queremos ser una franquicia, donde el ambiente sea frío y cuyos tratamientos presenten complicaciones. Nuestra clínica cuenta con un equipo médico de confianza que te recibirá con los brazos abiertos para diagnosticar tu problema y ofrecerte la solución más adecuada para ti.
Implantes dentales, extracciones, coronas, empastes dentales, limpiezas dentales y mucho más. Nuestros dentistas están habituados a desempeñar este tipo de labores, aunque en nuestra clínica dental apostamos por el tratamiento integral, incidiendo en el tratamiento odontológico habitual, así como en la rehabilitación oral y en la estética bucal.