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Hablar de aftas bucales es suponer que en nuestra boca han aparecido estas molestas rozaduras. En un principio no son graves y hay que tener claro que si han hecho acto de presencia es porque algo en nuestro organismo no va todo lo bien que debiera.
A continuación, desde esta página de Clínica Dental Dr. Montané, tu dentista de Terrassa, trataremos de explicar en qué consisten las aftas y las posibles soluciones para tratarlas.
¿Qué son las aftas bucales o llagas en la boca?
Una llaga o afta bucal son pequeñas heridas que suelen aparecer sobre las mucosas bucales, es decir, se localizan principalmente, en el área de las mejillas, el paladar blando, la base de las encías o en la lengua.
Reconocerlas es fácil porque tienen la forma de llaga, de carácter circular o redondeado, con aspecto blanquecino y con un fino perímetro que las rodea de un tono rojizo.
Su aparición puede ser en una cantidad mínima o agrupada. El tamaño oscila entre una variación que va de los 3 a los 8 o 10 milímetros. Cuanto más grandes, más molestas pueden llegar a convertirse.
Como mínimo casi la mitad de la población puede decir que, en algún momento de su vida, ha padecido o sufrido de aftas bucales. Su lugar “favorito” de aparición son las partes o tejidos blandos de la boca.
Hay pacientes que las tienen de una manera ocasional, pero hay otros que estas llagas son algo muy habitual y con las molestias que aportan.
Tipos de llagas en la boca
Si tuviéramos que hacer una distinción entre los tipos de aftas serían los siguientes:
- Aftas pequeñas: Aparecen de repente y en máximo una semana suelen desaparecer por sí mismas. Son las más frecuentes y las que normalmente van en una unidad y no en grupo.
- Aftas mayores: Esta clase de llagas son más molestas ya que tardan más en desaparecer (un par de semanas) y son de un tamaño superior que va comprendido entre 1 y 1,5cms.
- Aftas herpetiformes: Van agrupadas, y pueden oscilar en número de 10 hasta 100 unidades. Muy pequeñitas, como puntitos. Pero que unidas pueden formar una gran úlcera. Lo bueno es que se suelen curar en un par de semanas y no dejan cicatriz.
¿Qué hacer cuando aparece una?
Como ya venimos insistiendo, las llagas o aftas bucales, no son de una gravedad seria, pero que son muy molestas. Producen malestar al comer o beber. En seguida las podemos ver, debido a su característico halo rojizo que envuelven el puntito blanco.
En el momento que aparezcan es buena idea acudir a nuestro dentista de cabecera para que nos pueda ofrecer un buen diagnóstico y darnos la solución para sacarlas de nuestra boca. Ya que si no se tratan como se debe, en algunos casos pueden ser motivo de un malestar general, aparición de síntomas febriles e incluso problemas mayores.
¿Cómo se producen las aftas bucales?
Como hemos comentado anteriormente, la aparición de las aftas bucales puede deberse a ciertas alteraciones de nuestro organismo. Además está comprobado que hay algunas personas que están genéticamente predispuestas a padecer de ellas.
Es posible que no haya una causa concreta para que aparezcan las aftas bucales, pero entre los motivos más frecuentes de su origen, nos podríamos encontrar los que vienen a continuación:
- Ortodoncias y prótesis: No es muy frecuente, pero llevar algunas de estas prótesis dentales o piezas ortodóncicas pueden ser causa de la aparición de las llagas. Cualquier roce o deslizamiento del aparato puede provocar una alteración de la encía o de parte de la boca.
- Infecciones bucales: Padecer de algún tipo de infección viral en el cuerpo también puede ser motivo para que las aftas se presenten de manera inesperada.
- Cambios hormonales: Esta demostrado que las llagas o aftas bucales suelen ser más recurrentes en mujeres que en hombres. La explicación es debido a las alteraciones hormonales que son frecuentes en la mujer, como cuando tiene el periodo menstrual.
- Golpes en la boca: Sufrir un golpe en la boca, morderse la mejilla o incluso el labio, también pueden ser desencadenantes para la aparición de las aftas.
- Medicamentos: Es posible que se pueda dar el caso que la ingesta de ciertos productos farmacéuticos también sean la causa de las temidas llagas. Alguno de sus componentes químicos pueden producir esos efectos.
- Alergias alimentarias: Ciertos alimentos también son el origen de las aftas al comerlos y crearlas en la boca, entre ellos algunas frutas, frutos secos o el chocolate.
- Predisposición genética: Si en una familia hay casos frecuentes de llagas o aftas bucales es porque tienen una tendencia natural y genética a padecerlas. Ante eso no hay nada que hacer, sólo procurar mantener unos buenos hábitos en la higiene dental.
¿Cómo aliviar o solucionar un afta bucal?
Así como aparecen de repente, se sabe que suelen curarse solas, no es algo muy preocupante. Pero en los supuestos de casos más graves, hay que acudir al especialista para su tratamiento inmediato.
Prevenir su aparición es relativamente sencillo, sólo habría que seguir unos pequeños consejos, sobretodo en aquellos pacientes que las sufren de una manera cíclica y constante.
Mantener una dieta equilibrada, evitando la ingesta de alimentos ácidos, picantes o cocinados con temperaturas extremas (muy fríos o demasiado calientes).
En el caso de la salud bucodental es muy recomendable adquirir unos buenos hábitos de higiene dental. El uso de cepillos adecuados a nuestro tipo de dientes, recurrir a la seda dental y los colutorios. Cepillarse mínimo 3 veces al día, es decir, después de cada comida y coger esta rutina tan sencilla.

Dr. Norberto Montané
- Estudios de Medicina y Odontología (Universidad de Barcelona).
- Formación clínica (cirugía maxilofacial en Barcelona y Nueva York).
- Postgrados y masters en implantología oral, fisiopatología craneocervical y articulación temporomandibular.
- Profesor colaborador del Master en Ortodoncia de la Universidad de Barcelona (UB).